Mientras
el gobierno pretende legalizar el controvertido método extractivo,
un nuevo estudio sostiene que el fracking en Europa podría
contaminar el agua para consumo, provocar severo daño ambiental y
crear vastos paisajes industriales, por solo una década de
suministro energético.
El impacto
ambiental de la extracción de gas de esquisto en Alemania y Europa
de ningún modo guarda proporción con las materias primas obtenidas
empleando este método de perforación, sostiene un nuevo estudio.
“No
debemos comparar las condiciones en Alemania con las de EE. UU.,”
manifestó Werner Zittel, autor del
estudio presentado por la ONG Energy Watch Group.
En primer
lugar, Alemania está mucho más densamente poblada, dijo, lo que
incrementa el riesgo para las personas y el ambiente cercano a los
sitios de extracción.
Hasta
la fecha, existen escasos análisis científicamente sólidos acerca
de los efectos del fracking en las
personas y el ambiente. Pero en EE. UU., donde el uso del fracking
ya es generalizado, se pueden observar severos
daños ambientales.
Algunas
investigaciones científicas han encontrado también evidencia de que
el fracking ha aumentado el riesgo de que
ocurran terremotos en EE. UU. Y la Universidad de Innsbruck
recientemente ha descubierto que el
fracking contamina el aire con gases que son
perjudiciales para la salud humana y para el clima.
No
rentable
Pero
los riesgos para los seres humanos y la naturaleza no son los únicos
argumentos importantes contra la controvertida técnica. Su
rentabilidad también es cuestionable, afirmó el representante del
partido verde Hans-Josef Fell, presidente
de Energy Watch Group y
autor de la Ley de energías renovables del año 2000.
“A
diferencia de los EE. UU., que es el único país que está
realizando fracking en una escala
comercialmente relevante, el método es incapaz de obtener resultados
satisfactorios en la extracción en Europa,” afirmó
Fell.
Primero,
Alemania carece de las condiciones de infraestructura para el
fracking. Convertir las áreas de operación en
sectores industriales, realizar mantenimiento de rutas, depósitos y
transporte de la arena especial que se necesita para el
fracking, son algunas de las inversiones que el
país tendría que hacer.
Resumiendo,
implica invertir una suma de dinero desproporcionada en una técnica
que es probable que solo suministre a Europa la energía necesaria
para una década, según las actuales estimaciones, y por un método
que se está difundiendo rápidamente para cubrir cada vez más
áreas, señala Fell.
¿Los
estándares ambientales empeoran?
A pesar de la
gran preocupación de los ciudanos, el gobierno alemán presentó una
ley a principios de febrero que permitirá aplicar el controvertido
método en determinados casos.
La
nueva medida, diseñada por el Ministro de Economía Sigmar
Gabriel y la Ministra de Medioambiente Barbara
Hendricks, autorizaría el fracking- en
general- para formaciones compactas y para petróleo de esquisto.
Además permitiría el fracking para gas de esquisto y gas en veta de
carbón cuando se encuentre a profundidades superiores a 3000 metros.
En casos de formaciones que se encuentren a una profundidad inferior
a 3000 metros, se podrá autorizar el fracking con objetivos
científicos y siempre que lo apruebe una comisión de expertos.. Si
los ensayos de investigación exitosos, la tecnología del fracking
se podria emplear, de forma comercial en caso aislados, para estas
formaciones de gas de esquisto y gas en veta de carbón que se
encuentren a profundidades inferiores a los 3,000
metros.
Ahora,
los detractores del fracking temen que los
resultados de la medida podrían ser similares
a los de unos años atrás en EE. UU.
En
2005, el presidente George W. Bush
flexibilizó la legislación ambiental para
autorizar el fracking. Como resultado, la
extracción de gas aumentó, pero
la esperanza de que generara una tendencia de una década de elevados
rendimientos no se concretó en EE. UU.
Desde
hace un tiempo, la industria norteamericana del fracking viene
sufriendo pérdidas considerables.
El
Fracking en una doble trampa
El
analista del sector energético Fell describió
esta situación como la“doble
trampa” en
la que está atrapado el sector de la energía basada en combustibles
fósiles. “El comercio de gas natural
en EE. UU., ha venido disminuyendo desde 2009,”
afirmó Fell, y la caída
en el precio del gas y el petróleo es responsable de la tendencia a
la baja.
Tales
condiciones traen como resultado la quiebra de empresas dedicadas a
la industria del fracking, que financian en gran medida los costosos
y extensos procesos de perforación con préstamos que son incapaces
de afrontar. Esto, sin embargo, es solo una de las trampas en las que
cae la industria.
Otro
riesgo deriva de la situación contraria, el aumento en los precios
de la energía debido a la escasez de materias primas. Aunque en este
caso hay mayores probabilidades de que el fracking sea
rentable, tales fases son testigo de una mayor inversión en fuentes
de energía renovable. El resultado es que la competencia para la
extracción de energía convencional aumenta.
A
pesar de los peligros ecológicos y económicos, países como
Alemania, el Reino Unido y Polonia, y la Comisión Europea apoyan
activamente el fracking - un error, según
Fell.
El mundo
está escasamente preparado para la creciente escasez de energía
proveniente de combustibles fósiles
“Es
completamente incomprensible que la política del gobierno favorable
al fracking predomine desde Bruselas a Londres y hasta Berlín, a
costa de la protección ambiental y contra la voluntad de la
población afectada. Mientras tanto, este comportamiento está
poniendo cada vez más presión en la expansión de las renovables,”
sostuvo Fell. La
comunidad internacional está lejos de estar bien preparada para la
decreciente disponibilidad de materias primas convencionales,
advirtió.
Dos
de los argumentos usados con mayor frecuencia por quienes apoyan el
fracking, la pérdida de empleos en la industria del gas y la
dependencia de Europa de la energía rusa, también son inaceptables
para Andy Gheorghiu.
"El gas importado de Rusia tiene una controbución del
6 al 7 por ciento
de la energía primaria en Alemania. Mientras tanto, la cuota proveniente de fuentes
de energía renovable está en el orden del 10 al
12 por ciento,” afirmó.
Esta es la
razón por la que es urgente continuar expandiendo el sector de las
renovables, creando empleos y mayor independencia energética.
“Aunque
todo el mundo habla de cuidar el clima, no se avanza
debido a que se siguen usando principalmente fuentes de energía
basadas en combustibles fósiles” explicó
Gheorghiu. En
respuesta, señaló, la UE estableció como objetivo reducir el
uso de energía proveniente de combustibles fósiles en al menos
80% en los próximos 35 años.
Grandes
empresas energéticas pueden beneficiarse más
Hubertus
Zdebel, experto en medioambiente y representante
de la izquierda en el Bundestag, consideró
al estudio como una oportunidad para emitir renovadas críticas hacia
la política del gobierno alemán vinculada al fracking.
“Conforme a las actuales prácticas de
otorgamiento de licencias para explorar áreas en Alemania, los
únicos que obtendrán beneficios a corto plazo del crecimiento de
esta clase de gas natural serán las grandes empresas de energía
como ExxonMobil, Wintershall y
GdF-Suez. [Estas empresas] han
iniciado una carrera por el gas de esquisto y ya se han distribuido
regiones enteras entre ellas.”
Aún
así, el interés público, económico y político en la extracción
de los depósitos de gas no convencional en Alemania no es evidente,
afirma Zdebel. “En lugar de continuar
intensificando la extracción de gas,” sostuvo
el político del partido de izquierda, “necesitamos
soluciones sustentables para nuestras necesidades energéticas.”
Traducción del articulo "Fracking costs outweigh benefits for Germany and Europe, study says"
publicado en Euractiv Alemania el 20 de marzo de 2015, y posteriormente enmendado por Andy Georghiu.