El
presidente norteamericano Barak Obama dice que el gas natural puede
ser un puente entre el carbón y un futuro energético más limpio. Los
inversores están demostrando que lo más probable es que sea un
puente hacia ninguna parte.
El
apoyo nacional al gas natural supone un menor respaldo hacia las
energías eólica y solar. Las nuevas inversiones en fuentes de
energía renovable disminuyeron un 5% en EE.UU durante el año pasado
llegando hasta los 56 mil millones de dólares (60 mil millones de €), la
cifra más baja desde 2010, según Bloomberg New Enery Finance.
En
comparación, las compañías norteamericanas de gas y petróleo
gastaron 168 mil millones de dólares en prospección y producción
durante el último año, más del doble que en 2009, según muestran
los datos de Bloomberg.
El
fracking- el proceso de bombear agua, arena y químicos a gran
profundidad en rocas de esquisto (pizarra) para extraer combustible -
ha ayudado a impulsar la producción de gas natural estadounidense
hasta nuevas cotas durante cada uno de los últimos siete años,
según la Administración de Información sobre Energía (EIA, por
sus siglas en inglés).
Además,
resulta más caro que los métodos tradicionales de perforación y
contribuye al calentamiento global, según la Agencia de Protección
del Medio Ambiente estadounidense. Las renovables, que se están
abaratando, han perdido apoyo aun cuando las Naciones Unidas
advierten de que se está acabando el tiempo para contener el
calentamiento global y China avanza a grandes pasos en el uso de
energías sostenibles.
"Todo
el mundo en EE.UU piensa en el gas como en un salvavidas, así que
Washington no ha sido consciente de la revolución de las renovables,
mientras que China si lo ha sido" ha dicho Hal Harvey,
presidente ejecutivo de la empresa de San Francisco Energy
Innovation: Policy & Technology LCC y miembro del comité para la
energía durante los gobiernos de George H. W. Bush y Bill Clinton.
El
grifo del dinero
La
revolución del esquisto ha llevado a que el país esté más cerca
de alcanzar la autosuficiencia energética que nunca en las tres
décadas anteriores, según la EIA. También ha modificado la manera
en que invierten los estadounidenses, según ha afirmado James
McDermott, director ejecutivo de US Renewables Group.. McDermott ha
dicho que su empresa inversora de Los Ángeles, que gestiona más de
750 mil millones de dólares, actualmente sólo recauda fondos en el
extranjero.
La
factura hidráulica, el nombre técnico del fracking, ha
ayudado a abrir el grifo del dinero para el gas y el petróleo. Desde
2012, los inversores han colocado más de 2300 millones de dólares en
el fondo de inversión Energy Select Sector SPDR, que monitoriza a
las compañías de gas y petróleo. Durante el mismo periodo, los
inversores retiraron 32,5 millones de dólares de Powershares
Wilderhill Clean Energy Portfolio, el mayor fondo negociable en bolsa
ligado a acciones de energías renovables,
según los datos recopilados por Bloomberg.
"No
hay duda alguna de que el dinero de los inversores se ha movido de
una a otra" ha dicho Bruce Jenkyn-Jones, un director ejecutivo
de la sede londinense del Impax Asset Management Group Plc, que
monitoriza alrededor de 4200 millones de dólares.
La
Casa Blanca
A
pesar de que los inversores han acogido el fracking con los
brazos abiertos, un mayor número de ciudadanos americanos dijeron
estar en contra de esta práctica que los que están a favor, según
un sondeo realizado en septiembre por el Pew Research Center de
Washington. Es cierto que molinos de viento tan altos como edificios
de 40 plantas siguen brotando en las Grandes Llanuras y que están
apareciendo más paneles solares en los tejados norteamericanos,
incluyendo el de la Casa Blanca. Estados Unidos está generando más
energía de esas fuentes que nunca.
Sin
embargo, el ritmo está descendiendo. La capacidad combinada de la
energía solar y la eólica aumentó un 9% en 2013 hasta los 76.326 Megavatios, por debajo del 30% de aumento que tuvo en 2012, según
los datos recabados por Bloomberg.
Y
el uso de los combustibles fósiles aun hace empequeñecer al de las
renovables. La mitad de la nueva capacidad de las centrales
eléctricas norteamericanas provino del gas natural , 6.861
megavatios, según el Departamento de Energía. Suficiente para
proveer de electricidad al estado de Massachusetts. También es el
25% más de la capacidad combinada de la suma de las energías solar,
eólica, de biomasa e hidráulica.
La
capacidad de la solar
En
China la historia es otra. A pesar de que el país quema más carbón
que ningún otro, oscureciendo el cielo sobre sus grandes ciudades,
la capacidad de la energía eólica aumentó un 21% durante 2013
hasta los 91.412,9 Megavatios, por encima del aumento del 21% del año
anterior, según el Consejo Mundial de la Energía Eólica (GWEC, por
sus siglas en inglés). La capacidad solar del país fue más del
doble durante cada uno de los últimos cinco años, según Bloomberg
New Energy Finance. Su capacidad rebasó la de Estados Unidos en
2013, convirtiéndose en la segunda potencia del mundo, sólo por
detrás de Alemania, tal como muestran los datos.
China
también está recurriendo al gas de esquisto para disminuir su
dependencia del carbón. El país tiene las mayores reservas
potenciales del mundo aunque su tecnología está una década por
detrás que la estadounidense, según un informe de BNEF hecho
público hoy. De manera, que según dicho informe, China se está
gastando cuatro veces más que Estados Unidos en desarrollar el
campos del gas de esquisto.
Energía
Limpia
Las
compañías de energía limpia chinas ya han recaudado más de 1000 millones de dólares en lo que va de año, un 46% más que el año
anterior y un 2% más que sus rivales norteamericanos, tal como
muestran los datos recabados por Bloomberg.
Las
compañías estadounidenses de energías limpias recaudaron la cifra
inédita de 2900 millones de dólares durante el año pasado. Aun así,
tal como los datos recopilados por Bloomberg muestran, las compañías
de combustibles fósiles vendieron acciones por valor de al menos
catorce veces esa cifra, algo también sin precedentes.
La
producción nacional de gas y petróleo está recuperándose, después
de décadas de descenso. Según el Departamento de Energía, la
fractura hidráulica y la perforación horizontal han ayudado a los
Estados Unidos a convertirse en el mayor productor combinado de gas y
petróleo durante el año pasado, superando a Rusia y Arabia Saudí.
"Hoy,
América está más cerca de lo que ha estado nunca de ser
autosuficiente energéticamente" dijo Obama en su discurso sobre
el Estado de la Unión en enero. "Una de las razones es el gas
natural - que si es extraído de forma segura, es el combustible
puente que puede fortalecer nuestra economía con una menor
contaminación por carbón, causante del calentamiento global."
Apoyos
al esquisto
El
esquisto tiene entusiastas seguidores en la industria del petróleo,
tanto en Washington como en Wall Street.
La
revolución del esquisto es parte de la interminable revolución
norteamericana, en palabras de James Volker, presidente y director
ejecutivo de la Whiting Petroleum Corp con base en Washington. La
revolución "está aquí para quedarse" escribió en el
número de mayo de Foreing Affairs, Ed Morse, jefe de investigación
en materias primas de Citigroup Inc. Y la senadora Mary Landrieu, una
demócrata de Louisiana, donde está la formación de esquisto
Tuscaloosa Marine, dijo en una sesión en marzo que los nuevos
descubrimientos de gas y petróleo, como el que se encuentra en el
estado donde enfrentará una batalla por su reelección este otoño,
ha salvado al país de una recesión económica aún más profunda y
"ha fortalecido nuestra economía nacional".
"Increíblemente
competitivo"
Las
renovables han tenido su propio, aunque no tan celebrado, avance. El
coste de la energía solar fotovoltaica ha caído un 56% en los
últimos cuatro años, según los cálculos de Bloomberg New Energy
Finance.
"Las
renovables se han vuelto increíblemente competitivas" ha dicho
Ted Brandt, director ejecutivo de Marathon LCC, un banco de
inversiones en infraestructura y energía con base en Chicago. "Lo
que el negocio del gas y el petróleo ha hecho es bastante
espectacular. No es una historia bien contada, pero el negocio de las
renovables es también bastante sorprendente".
El
éxito de las perforaciones de esquisto ha minado el apoyo político
a las desgravaciones de las renovables, dijo Brandt. Los incentivos
federales expiraron en 2013 y la construcción de granjas eólicas ha
caído un 92%, tal como indican los datos del Consejo Global por la
Energía Eólica.
La
menguante inversión no es el único obstáculo a la energía solar y
eólica. La Audubon Society quiere una normativa más dura que
reduzcan el peligro que las granjas eólicas suponen para los
pájaros. Estados como el de California regula los efectos a gran
escala de las granjas solares en los hábitats salvajes.
Y
aunque la brecha se reduce, las energías solar y eólica son todavía
mucho más caras que el gas natural. El megavatio-hora de energía
solar costaba 139.25 dólares en el último trimestre, en comparación
con los 84.81 dólares de la eólica y los 84.21 del gas, según
Bloomberg New Energy Finance.
Más
caro
El
gas barato ha restado atractivo a las energías renovables, aunque
los recursos de esquisto no se han mantenido tan baratos como
estaban. El gas natural cayó al nivel de hace diez años en 2012
porque los perforadores que buscaban petróleo también encontraron
gas y crearon una sobreabundancia. Desde entonces, los futuros del
gas han subido un 140% hasta los 4.588 dólares por millón de
unidades térmicas británicas (BTU, por sus siglas en inglés); los
inversores anticipan precios aun más altos para el invierno que
viene. En enero el clima glacial y la escasez temporal causaron que
los precios al contado en Nueva York alcanzaran un máximo de 99.66
dólares por millón de unidades térmicas británicas, tal como
muestran los datos recopilados por Bloomberg.
El
fraking es más caro que los métodos tradicionales de extracción.
Sacar de la tierra el gas de esquisto cuesta entre 3 y 10 dólares
por millón de unidades térmicas británicas comparado con los
escasos 20 céntimos que cuesta sacar combustibles convencionales
fuera de EE.UU, según los datos de la Agencia Internacional de la
Energía (AIE, por sus siglas en inglés). Un pozo de esquisto que
atraviese la roca horizontalmente puede llegar a costar 13 millones
de dólares comparado con el escaso millón y medio de las
perforaciones verticales tradicionales, según los datos de Goodrich
Petroleum Corp. y Hart Energy LLC.
Se
agota antes
La
producción de esquisto también se agota antes que la de los
combustibles convencionales. Según la AIE, cuando las nuevas
perforaciones cesan, en apenas tres años la producción de gas cae a
la mitad. Esto significa que la producción sólo crece si se
continúan perforando nuevos pozos.
La
Asociación Nacional de Aguas Subterráneas (NGWA, por sus siglas en
inglés) dijo en abril que ha habido "varios casos" de
contaminación del agua a causa de pozos defectuosos o por una
eliminación impropia de desechos. Y las fugas de metano, que atrapa
21 veces más calor en la atmósfera que el dióxido de carbono,
durante la extracción y transporte del gas son hasta un 75% mayores
de lo que estima la Agencia para la Protección del Medio Ambiente,
según un estudio publicado por la revista Science en febrero.
"No
existe el atractivo escenario donde dentro de una década nos
sentiremos muy satisfechos con los que está sucediendo con el gas de
esquisto en Norteamérica mientras otros países, particularmente
China, están desarrollando una tecnología puntera en renovables"
señala Wan van Lierop, CEO de Chrysalix Energy Venture Capital de
Vancouver. "Y, de repente, a principios de la década de 2020,
en Norte América nos demos cuenta de que ellos son dueños de la
tecnología del futuro".
Traducción del artículo"Fracking sucks investment from renewable energy in US" publicado en Bloomberg el 30 de mayo de 2014