Más
de 6.000 litros de lubricante a base de petróleo se han filtrado a un
afluente del río Ohio esta semana, tras un fallo en el equipamiento
de un pozo de petróleo y gas.
La
plataforma está situada en el sureste de Ohio, cerca del pueblo de
Beverly, y pertenece a PDC Energy Inc. Uno de los contratistas de la
compañía se está encargando de las labores de limpieza, bajo la
supervisión de la Agencia de Protección Ambiental de Ohio. Un
portavoz de PDC declaró a la agencia de noticias Associated Press
que los trabajadores del lugar detectaron un aumento en la presión
del pozo, pero fueron incapaces de contenerlo debido a un mal
funcionamiento del equipamiento en el brocal.
Este
fallo liberó el fluido a base de petróleo, denominado “lodo”
(“mud”), que se emplea para lubricar el equipamiento en la
perforación del pozo. El lodo alcanzó un arroyo afluente del río
Muskingum y el equipo de limpieza está usando diques de contención
para evitar que el fluido se extienda más.
El
sheriff y el departamento de bomberos del condado de Morgan fueron
informados tras la fuga y PDC cubrió los costes de la reubicación
de varios residentes de la zona para asegurarse de que nadie
resultase herido en caso de que una fuga de gas natural provocase una
explosión. Los funcionarios afirmaron que el vertido se controló el
miércoles, pero que podría haber dañado la vida marina.
El
pozo estaba destinado a la fracturación hidráulica, pero el proceso
de fracking todavía no había comenzado cuando tuvo lugar la fuga.
PDC Energy tiene 15 pozos activos en Ohio y permiso para otros 18,
pero este es el único vertido del que la compañía ha informado en
el estado. Sin embargo, sí hubo otro vertido de fluido de fracking
en un pozo en Colorado en febrero de 2013.
Otras
zonas del país no han sido tan afortunadas. Dos trabajadores de un
campo petrolífero resultaron muertos y otros nueve heridos en una
explosión en un pozo de Texas la semana pasada. De hecho, la
industria del petróleo y el gas tiene una tasa de mortalidad casi
ocho veces mayor que la media de la mayoría de las industrias. Un
total de 545 personas fallecieron en accidentes en esta industria
entre 2008 y 2012 y 18 000 sufrieron amputaciones, fracturas de
huesos, quemaduras u otras lesiones.
El
pasado abril, un oleoducto de la compañía energética BP lanzó una
nube de crudo y gas natural del tamaño de más de 20 campos de
fútbol en Alaska. En marzo, la colisión de una barcaza de petróleo
cerca de la ciudad de Texas vertió más de 635 000 litros de
petróleo. En febrero, un remolcador chocó con otra barcaza,
vertiendo casi 120 000 litros y obligando a cerrar más de 100
kilómetros del río Mississippi. De nuevo en Ohio, 75 000
litros de petróleo se fugaron de un oleoducto en marzo y dos
descarrilamientos de tren, uno en Pensilvania y otro en Virginia,
derramaron entre 11 000 y 15 000 litros y 190 000
litros, respectivamente.
En
total, más de 120 353 barriles de líquidos peligrosos,
incluyendo crudo y otras formas de petróleo, se vertieron en 2013 en
622 incidentes diferentes; más del doble que los 45 934
barriles vertidos en 570 incidentes en 2012.
El
Departamento de Recursos Naturales de Ohio, encargado de conceder y
supervisar los permisos de perforaciones de gas y petróleo en el
estado, investigará este último vertido.
Traducción del artículo "Fracking Well Leak Spills 1,600 Gallons Of Oil Drilling Lubricant Into An Ohio Tributary" publicado por Jefff Spross el 9 de mayo de 2014