sábado, 5 de abril de 2014

Un aluvión de nuevos estudios sobre el Fracking muestran que aun sabemos muy poco sobre su impacto


 Los resultados de investigaciones recientes sobre el impacto del fracking o fractura hidráulica muestran que se ha permitido seguir adelante con la explotación a gran escala del gas de esquisto y de otros combustibles fósiles no convencionales, sin un seguimiento adecuado del impacto que causa. Aquellos investigadores que, independientemente de su disciplina, quieren estudiar el impacto que causa el fracking en el clima, la calidad del agua y del aire o la salud pública, se ven enfrentados con la realidad de que allí donde se permite el fracking no se ha realizado una recopilación de datos sistemática. Todos los científicos cuyo trabajo ha sido publicado en revistas como "Marine and Petroleum Geology", "Climatic Change", "The Lancet" y "The Medical Journal of Australia" han llegado a conclusiones similares, que hay escasa o ninguna información a disposición del público. Esta falta de información o datos permite que la industria de los combustibles fósiles mantenga los argumentos "no existe información, no existe problema" y "no hay casos de contaminación del agua subterránea debido al fracking". Para aquellos países, donde el fracking se permite a pesar de la creciente evidencia del impacto negativo que tiene, Food & Water Europe lleva insistiendo que las autoridades deben establecer programas estratégicos de seguimiento que permitan la pronta identificación del impacto negativo en el aire, el agua o la salud pública.

"La falta de información a disposición pública desde los Estados Unidos sobre el impacto que tiene el fracking y la ausencia completa de capacidad de seguimiento estratégico a la industria del fracking por parte de los miembros de la UE expone a los ciudadanos europeos y a su medio ambiente a una amplia variedad de riesgos", indicó Geert De Cock, responsable de política de Food & Water Europe. "El principio de precaución exigiría que la EU y sus estados miembros impusieran una moratoria inmediata al fracking y a los combustibles fósiles no convencionales".


En enero de 2014, la Comisión Europea presentó unas recomendaciones no vinculantes, "principios mínimos para la explotación y producción de hidrocarburos (como el gas de esquisto) utilizando la fracturación hidráulica de alto volumen". Estos principios mínimos también subrayan la importancia de los datos de referencia, la monitorización continua y la transparencia. Desafortunadamente, las recomendaciones de la Comisión Europea hacen recaer, en su mayoría, la responsabilidad de la monitorización del impacto que produce el fracking en el operador, y eluden obligar a los Estados miembros a que organicen sus propias visitas, periódicas y sin previo aviso, a las numerosas plataformas de explotación de petróleo no convencional y prospección de gas. La Recomendación tampoco presenta sanciones creíbles para aquellos operadores que no cumplan estas recomendaciones. Y por último, no queda claro como la Comisión Europea pretende hacer cumplir estas recomendaciones no vinculantes a los a los Estados miembros más recalcitrantes.

Traducción del artículo "Spate of New Research on Fracking Shows We (still) Know Very Little About its Impacts" publicado en Food and Water watch el 25 de marzo de 2014