Steve
Lipsky, propietario de una vivienda en Weatherford; Texas, no tiene
nada que ocultar. Lipsky no pretende que cierre Range Resources, una
gran compañía petrolera y gasífera con reputación de acosar
a sus detractores,
ni su objetivo es difamarla. Range Resources le ha puesto una demanda
por difamación y le exige 3 millones de dólares.
Lipsky
es un hombre reservado y conservador; consiguió sus ahorros gracias
a su trabajo en la banca. Ahora se encuentra representando el papel
de David contra un contemporáneo Goliat en un tenso enfrentamiento
con momentos kafkianos. Lo que en un principio parecía un caso
indiscutible de negligencia industrial, se convirtió en una
interminable batalla legal: Lipsky debe luchar o aceptar su ruina
económica.
Foto:
Julie Dermansky
Lipsky
puede prender fuego al
agua
que sustrae de su pozo.
El
13 de octubre, Lipsky prendió fuego al gas que fluía por la
manguera que conectó al conducto de ventilación de su pozo. Range
Resources asegura que al usar la manguera, Lipsky hizo parecer que
estaba prendiendo fuego al agua. En 2011, la Agencia de Protección
Medioambiental de EE. UU. (EPA) determinó que
las actividades de perforación en un proyecto de fracturación
hidráulica cercanas
a su vivienda
habían contaminado el pozo de Lipsky.
Fue
consciente de esta situación en julio de 2010, cuando Peck's Well
Service, la compañía que había perforado el pozo en 2005,
descubrió el motivo por el cual éste no estaba funcionando
correctamente. Peck's Well Service descubrió que la acumulación de
gas dentro del pozo estaba disminuyendo la presión del agua y
provocando una obturación de gas. Esta compañía prendió fuego al
agua de Lipsky mientras le explicaba por qué el pozo no funcionaba
adecuadamente, ya que éste estaba lleno de gas. Por motivos de
seguridad, instalaron un conducto de ventilación para así permitir
que el gas saliese del pozo.
Lipsky
decidió cortar el suministro del pozo a la casa para mantener a
salvo a su familia. Desde entonces, debe comprar y transportar agua
hasta su casa; un gasto aproximado de 1.000 dólares al mes. A partir
de ese momento, Lipsky solo utiliza el pozo cuando quiere realizar
algún análisis o para demostrar el fenómeno a los periodistas, a
la EPA, a la Comisión de Calidad Ambiental de Texas, a la Oficina de
Protección contra Incendios del Condado de Marshal, a la Comisión
de Ferrocarriles de Texas, al Ministerio de Justicia y a
representantes de Range Resources.
El
día 10 de octubre, el Tribunal de Apelaciones de Fort Worth resolvió
que Range Resources podía proceder con la demanda por difamación
contra Lipsky. Está decisión estaba basada en parte en las
acusaciones de que Lipsky estaba engañando a la gente sobre el hecho
de que puede prender fuego al agua de su pozo.
Un
aspecto de disputa es el trozo de la manguera de jardín que Lipsky
colocó en el conducto de ventilación del pozo. En un video
que Lipsky
subió a Internet y
que proporcionó a agencias reguladoras, se puede ver cómo prende
fuego al gas que fluía por la manguera que había conectado al
conducto de ventilación. Range Resources asegura que al usar la
manguera, Lipsky hizo parecer que estaba prendiendo fuego al agua.
«Usamos
la manguera como método de protección, no para engañar a nadie»,
replica Lipsky. La primera vez que prendió fuego al conducto de
ventilación todo el pozo se incendió. Antes de volver a prenderle
fuego, Lipsky conectó la manguera para orientar a favor del viento
el gas que se extraía del conducto de ventilación. En el video,
Lipsky nunca afirma estar prendiendo en llamas el agua de su pozo.
¿Pero por qué motivo iba a intentar que el gas pareciese agua
inflamable cuando también tiene agua a la que le puede prender
fuego?
La
casa de sus sueños se ha vuelto una pesadilla. Pero no está solo.
Algunos de sus vecinos comparten el mismo problema. Sin embargo, tras
presenciar lo que le ocurría a los Lipsky por quejarse, son reacios
a la hora de hablar.
Foto:
Julie Dermansky
La
casa de Lipsky, muy devaluada desde que su pozo fuese contaminado.
Recientemente,
Shelly Purdue apareció en la televisión local en
el programa presentado por Brett Shipp,
demostrando que ella también podía prender fuego al agua de su pozo
a través del conducto de ventilación. Shelly Purdue también
instaló un conducto de ventilación para paliar el problema, pero
todavía sigue viviendo en una situación inestable.
Otros
vecinos han optado por instalar costosos sistemas de filtrado de
agua, de manera que puedan seguir consumiendo el agua de sus pozos.
Sin embargo, estos sistemas no erradican el peligro. Algunos análisis
independientes han demostrado que los tanques de retención de agua
de los pozos de algunos habitantes se encuentran muy por encima de
los límites de explosividad.
Un
equipo de
la Universidad de Duke está llevando a cabo un estudio en
la zona, a la vez que informa a los propietarios de las casas sobre
la peligrosa situación en la que se encuentran. Los resultados
finales del estudio se darán a conocer en los próximos meses.
Las
investigaciones de la EPA también han determinado que son peligrosos
los niveles de gas que emite el pozo de Lipsky. La EPA identificó a
Range Resources como la parte responsable de la contaminación e
emitió un
auto de administración urgente contra
la compañía en diciembre de 2010.
Esta
acción no evitó que la
Comisión de Ferrocarriles —una
agencia reguladora independiente que regula todo lo referente al
petróleo y gas en Texas— celebrase sus propias audiencias,
que negaban la culpabilidad de Range Resources, basándose en las
evidencias que le proporcionó la propia compañía. Al igual que los
Lipsky, la EPA decidió no participar, ya que a ambos se les
proporcionó tan sólo diez días para prepararse para la audiencia,
por lo que era muy improbable que ésta fuese a ser imparcial.
Range
Resources invirtió millones de dólares para conseguir un juicio
parcial para la Comisión de Ferrocarriles, atacando todas las
investigaciones de la EPA. El Dr. Geoffrey Thyne, que llevó a
cabo el análisis para la EPA, examinó las conclusiones de la
Comisión de Ferrocarriles, gracias a las cuales se eximió de culpa
a Range Resources. El Dr. Geoffrey Thyne escribió:
«Mi
conclusión de que el pozo gasífero podría ser la fuente de metano
en el agua del pozo (de Lipsky) se basa en los datos químicos e
isotópicos. Sigo manteniendo mi opinión tras analizar la
presentación de Range Resources a la Comisión de Ferrocariles de
Texas».
Los
Lipsky demandaron a Range Resources después de que la EPA
identificase a la compañía como la parte responsable de la
contaminación del pozo. Inmediatamente después, Range Resources
respondió con otra demanda contra los Lipsky por difamación.
El
presidente del tribunal, Trey Loftin, desestimó la demanda de los
Lipsky alegando falta de jurisdicción. Sin embargo, permitió que la
demanda por difamación de Range Resources prosiguiese su curso.
El
abogado de los Lipsky, Allen M.Stewart, argumentó que la demanda por
difamación fue en contra del Acta de Participación Ciudadana de
Texas, también conocida como el
Acta Anti-SLAPP (Pleito Estratégico Contra la Participación Pública
).
Ése acta se promulgó para así evitar que los ciudadanos que habían
sido demandados en represalia por el ejercicio de sus derechos
constitucionales y comunes de libertad de expresión, tuviesen que
soportar los costes y la responsabilidad de defenderse contra
demandas por difamación carentes de fundamento, denigración y
agravios similares basados en el ejercicio de esos derechos. El acta
logra su objetivo al permitir a los acusados de tales demandas
obtener un sobreseimiento rápido antes de ser forzados a participar
en una costosa presentación de pruebas. Con todo, la petición de
los Lipsky para desestimar el caso fue denegada.
Las
resoluciones iniciales del juez Loftin contra los Lipsky son
problemáticas. El juez Loftin determinó que la alegación de la
reclamación de Range Resources estaba justificada, dicha alegación
aseguraba que Lipsky había engañado intencionadamente a la gente
mediante la demostración en la que hacía uso de una manguera de
jardín; un elemente clave en la demanda por difamación.
Posteriormente, el juez Loftin se recusó del caso. La
parcialidad del juez afloró
cuando en uno de sus folletos de campaña de su reciente campaña
para conseguir salir reelegido declaró: «la EPA, valiéndose de
evidencia falsa que obtuvo de un activista liberal consultor de medio
ambiente, acusó y sancionó a una empresa local perforadora de gas
de haber contaminado pozos» y «la EPA del presidente Barack Obama
sólo dio marcha a atrás después de que el juez Trey Loftin
dictaminó que la evidencia era "engañosa"»
Los
Lipsky demandaron a Range Resources después de que la EPA
identificase a la compañía como la parte responsable de contaminar
el pozo.
Inmediatamente
después, Range Resources respondió con otra demanda contra los
Lipsky por difamación. Range Resources no se conformó con demandar
a esta familia, también fue contra la EPA. Casi tras un año de
litigio, la EPA retiró
la orden de emergencia
que demandaba que la compañía proveyese a los Lipsky de agua
potable.
En
una declaración a la prensa, La EPA afirmó:
«Solucionar
los pleitos con Range Resources permite a la EPA alejarse de este
caso particular de litigio hacia un esfuerzo colectivo en la
extracción energética de modo científico y seguro. La EPA y Range
Resources compartirán datos científicos y llevarán a cabo
controles más exhaustivos en los pozos de la zona. Asimismo, Range
Resources también proporcionará información útil y acceso a la
EPA en apoyo de la investigación sobre los posibles impactos en el
agua potable de la extracción energética».
La
decisión de EPA defraudó a los Lipsky, ya que daba a entender que
la EPA había cometido un error. ¿Qué otra razón tendría una
agencia reguladora para echarse atrás cuando había vidas en juego?
Con todo, la EPA nunca se ha retractado de sus conclusiones que
demostraron que Range Resources había contaminado el pozo de Lipsky.
Lipsky
aún está perplejo con los resultados del análisis de Range
Resources y con la carta que le mandó la compañía a él y a su
vecino el 2 de febrero de 2011; en esta carta les aseguraba que el
aire y agua de sus viviendas estaban libres de todo peligro. Una
parte de los resultados que la compañía llevó a cabo prueba la
inexistencia de gas en su pozo.
O
bien los análisis de Range Resources se hicieron de forma incorrecta
y no son fiables; o basándose en la lectura negativa de gas de su
pozo, Range Resources ha proporcionado a Lipsky una referencia que
puede usar para demostrar lo mucho que ha empeorado la situación
desde 2010.
El
número de casos de contaminación gaseosa está alcanzando los
niveles más altos documentados a nivel nacional. Lipsky posee la
documentación necesaria para demostrarlo, que obtuvo gracias a la
Universidad de Duke, y un análisis privado llevado a cabo con el
mismo equipo que utiliza la industria.
En
septiembre de 2013, los análisis mostraron que del agua del pozo de
Lipsky salía gas que se podía medir en 162.000 partículas por
millón (ppm); 50.000 ppm se considera un nivel en el que se puede
producir una explosión. Las muestras de aire que se tomaron
directamente del conducto de ventilación del pozo de agua mostraron
niveles que excedían las 900.000 partículas por millón. Algunos
habitantes alertaron a la Comisión de Ferrocarriles de nuevos
importantes análisis, para así alentar a la agencia para que
reabriese la investigación.
Los
Lipsky no fueron los únicos que se quedaron perplejos cuando la EPA
retiró la orden administrativa de emergencia. Seis senadores
republicanos —James M.Inhofe (R-OK), David Vitter (R-LA), John
Boozman (R-AK), Tom Coburn (R-OK), John Cornyn (R-TX) y
Kay Bailey Hutchison (R-TX)— también creyeron que era
necesario cuestionar las acciones de la EPA, por lo que enviaron
una carta
solicitando al fiscal general que investigase el asunto. Los
senadores esperan poder demostrar que la EPA es una rama activista
del gobierno.
En
una declaración
de la minoría republicana en la Comisión del Senado sobre Medio
Ambiente y Obras Públicas, el senador Cornyn afirmó: «Durante
demasiado tiempo la EPA de Obama ha buscado los titulares más que
los hechos, como el caso que aquí nos ocupa. Los texanos merecen
saber si esta decisión se llevó a cabo motivada por intereses
políticos, en un intento de demonizar a toda la industria e engañar
intencionadamente a toda la gente».
El
cierre
del gobierno
ha demorado el informe del fiscal general, pero Lipsky tiene
esperanzas de que la verdad acabe saliendo a la luz.
Unos
documentos descubiertos por WDFAA Channel 8, filial de ABC
Dallas, muestran que Range Resources no consiguió mejorar sus
actividades de perforación a pesar de que se le exigió por parte de
los propios estándares de la industria. Doug Allmand, un ingeniero
especialista de la Comisión de Ferrocarriles, es consciente de esta
situación. Este ingeniero envió a Range Resources una notificación
de violación el 10 de agosto de 2010. Según el Dr. Payne, un
científico contratado por Lipsky procedente de Pennsylvania —estado
en
el que las actividades de fracturación hidráulica han contaminado
pozos en
casos similares—, lo más probable es que estas actividades
produjesen la contaminación del pozo de los Lipsky y de sus vecinos.
En
estos momentos, Steve Lipsky está trabajando junto con el abogado
Brent M. Rosenthal, quien está tramitando una acción de
cumplimiento en la Corte Suprema de Texas, en la que solicita
desestimar las restantes reclamaciones por difamación y descrédito
empresarial realizadas por Range Resources contra Steven Lipsky.
«Voy
a reivindicar, como ya hice ante el Tribunal de Apelaciones de Fort
Worth, que las reclamaciones de Range Resources carecen de fundamento
y amenazan el ejercicio de los derechos de la Primera Enmienda de
Steve Lipsky y de cualquiera que hable de asuntos que son de interés
público. Espero que las organizaciones que luchan por los derechos
de la Primera Enmienda y por la justicia social, al igual que
aquellos involucrados en el movimiento ecologista, sientan interés
por el caso y nos ayuden a persuadir al tribunal de que rechace las
demandas de Range Resources contra los Lipsky», afirmó Rosenthal.
Lipsky
está agobiado por los costes de los juicios y el gasto del
transporte de agua potable de una ciudad cercana hasta su casa. Está
preocupado por su futuro, ya que la casa de sus sueños se ha
devaluado. Asimismo, también le inquieta saber que sus vecinos viven
bajo la amenaza de una explosión de gas catastrófica.
El
estrés también le está pasando factura a su salud, pues sufre de
tensión alta. Sin embargo, Lipsky ya no teme que su vivienda vaya a
explotar, ya que ha cerrado el pozo como medida de precaución.
En
una cultura en la que la industria petrolera y gasífera invierte
millones en campañas de RP y contrata a representantes con una
formación militar en operaciones psicológicas para intimidar a
los ciudadanos; en la que existe el riesgo de hostigamiento a las
agencias reguladoras
y científicos cuando ofrecen resultados que no son "favorables
para la industria"; donde los abogados no aceptan los casos de
clientes que luchan contra la industria por miedo a perder negocios
con los
productores de energía; y donde la campaña de donativos de la
industria corrompe a políticos y jueces hasta las más altas
instancia. ¿Cuánta gente plantará cara como lo ha hecho Steve
Lipsky?
A
continuación, Lipsky advierte a las personas que viven en zonas
donde se realiza fracturación hidráulica:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=603BD5Y4lCE
Traducción del artículo "Fracking Victim Sued for Defamation After Proving Drinking Water Flammable" pulbicado por Ecowatch el 7
de noviembre del 201