(Traducción del articulo http://www.theglobeandmail.com/news/national/study-shows-high-pollution-at-lac-megantic-one-carcinogen-394444-times-above-limit/article13749318/
publicado el 13/08/2013 por Melanie Marqués en The Globe and Mail)
El mes pasado, distintas pruebas realizadas por un grupo ecologista indicaron que el desastre ferroviario en Lac-Mégantic, Quebec, tuvo un impacto devastador sobre la calidad del agua y del suelo en la zona afectada.
Las concentraciones extremadamente altas de hidrocarburos aromáticos policíclicos cancerígenos y de arsénico (que se detectaron en el agua de superficie) «confirmaron los temores» de la Société pour Vaincre la Pollution, según lo afirmó dicha organización.
El estudio, proporcionado por The Canadian Press, indica que la tasa de hidrocarburos aromáticos policíclicos cancerígenos supera 394.444 veces el límite estándar permitido por el gobierno de la provincia para las aguas de superficie. A su vez, la concentración de arsénico que se detecta en la superficie del agua excedería en 28 veces el estándar permitido por el gobierno. Según el grupo ecologista, también hubo «un nivel extremadamente alto de hidrocarburos de petróleo luego del descarrilamiento, que provocó la explosión y el derramamiento de combustible».
The Société trabajó junto con Greenpeace en el estudio.
La organización reconoció que «debido a sus recursos limitados» no pudo llevar a cabo los análisis químicos necesarios para identificar todas las toxinas, pero afirmó que espera realizar una segunda ronda de pruebas. El grupo ecologista criticó la actitud tomada por el gobierno de la provincia y acusó a las autoridades del Departamento de Medio Ambiente de intentar generar una «cultura de secretismo».
Greenpeace acusó a dicho Departamento de subestimar las consecuencias del descarrilamiento del 6 de julio, que destruyó una parte de la ciudad y dejó como saldo 47 víctimas fatales. «Me sorprendió que minimizaran el derramamiento —comentó Keith Stewart, coordinador de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace, durante una entrevista telefónica—; es uno de los más grandes en la historia de Canadá».
La organización también acusó a la compañía privada SIMEC, contratada para llevar a cabo la limpieza, de bloquear el acceso al lugar; la compañía negó este hecho. En una entrevista, SIMEC afirmó que no estableció acuerdos con organizaciones como SVP, y que no impidió el acceso al lugar. Desde el despacho del Ministro de Medio Ambiente, Yves-François Blanchet, se rehusaron en varias ocasiones a brindar entrevistas a The Canadian Press.
Otro observador insta a que el estudio se lea con escepticismo.
Un profesor de ingeniería química de la escuela politécnica de Montreal comenta que las técnicas rudimentarias para juntar evidencia menoscaban su valor científico.
Dijo Gregory Patience: «Lo que escribieron ya es bastante preocupante, pero prematuro. La información es incompleta y alarmista». Agregó que el peso de los químicos debió haberlos hundido al fondo del Río Chaudière, por lo que lo dejó perplejo el hecho de que hubieran sido detectados en las aguas de superficie, en volúmenes tan grandes. A partir del 4 de agosto, el Departamento de Medio Ambiente estimó que se habían derramado 7,2 millones de litros de petróleo ligero al ambiente, como consecuencia del descarrilamiento catastrófico.
Frente a costos crecientes de limpieza, la línea ferroviaria involucrada en el desastre ha solicitado la suspensión de pagos y es probable que tenga que quebrar. La semana que viene, se le revocará también la licencia a la empresa Montreal, Maine & Atlantic Railway, según lo anunciaron organismos de control federales el martes pasado.
Se ha obligado a los contribuyentes pagar grandes sumas por la limpieza ambiental, luego de que MMA no pudo pagarle a los trabajadores que ella misma había contratado para llevar a cabo la tarea. El gobierno municipal y el de la provincia enviaron notificaciones legales a la línea ferroviaria, en las que demandan el reembolso por parte de Lac-Mégantic de aproximadamente $7,8 millones.
